Cada fruta y verdura tiene una temperatura de almacenamiento diferente. Se pueden resumir cuatro temperaturas:
1. Superior a 10 °C.
Las frutas tropicales se pueden almacenar en cámaras frigoríficas a más de 10 °C. Estas frutas son propensas a pudrirse a bajas temperaturas. Por ejemplo, la pitahaya debe almacenarse a 15 °C y la humedad debe mantenerse entre el 75 % y el 90 %.
2. 10 °C.
Frutas como lichis y ciruelas, así como verduras como pepinos, calabazas y tomates, deben almacenarse a menos de 10 °C debido a su alto contenido de humedad.
3. De 2 °C a 8 °C.
Verduras como judías verdes y judías verdes deben almacenarse en cámaras frigoríficas a 7 °C, con una humedad entre el 85 % y el 95 %.
Verduras como boniatos, patatas y ñames deben almacenarse a entre 3 °C y 5 °C.
La mayoría de las hortalizas de raíz y de hoja que se cultivan en zonas templadas, así como las frutas que se cultivan en zonas subárticas, deben almacenarse a una temperatura de 0 a 2 grados Celsius (no inferior a 0 grados Celsius). Algunos ejemplos son las cerezas, las manzanas, las uvas, los melocotones, las peras, la col, el apio, las zanahorias, etc. Estas frutas y verduras no deben refrigerarse inmediatamente después de su recolección. Es mejor conservarlas a temperatura ambiente durante 24 horas antes de colocarlas en la cámara frigorífica.
